sábado, 12 de febrero de 2011

Percusión Andina

Música andina es un término que se aplica a una gama muy vasta de géneros musicales originados en los Andes sudamericanos, aproximadamente en el área dominada por los incas previa al contacto europeo. Esta área incluye el occidente de Bolivia, norte de Chile, noroeste de Argentina, sierras de Ecuador, suroeste de Colombia, y la región andina del Perú.


BOMBO LEGÜERO



Llamado asi, como su nombre indica, por escucharse su sonido " a leguas" de distancia.
Usado como instrumento de percusión por excelencia en Argentina, especialmente en ritmos de zamba y las chacarera, (Santiago del Estero), por extensión cada vez son más los grupos que lo utilizan por su excelente sonoridad y graves.
Consta de una caja de árbol ahuecado, generalmente de ceibo, aros, y dos pieles para conferirle una sonoridad peculiar y variar el tono.


CHAJCHAS





Este es un instrumento de percusión solamente conocido en la zona andina, también llamado Chullus.
Consiste en una cinta, normalmente bordada en llamativos colores, de la que cuelgan pezuñas de cabra o cerdo, desecadas.
Al ser sacudidas, emiten un sonido parecido a la lluvia al caer, y dan a esta música un aire especial.
Se suelen llevar en las muñecas o en los tobillos, para realzar la música y la coreografia.
También se pueden encontrar hechas con conchas , piedras, semillas, abalorios, o láminas de madera.


WANKARA





Es un enorme tambor, redondo, más ancho que hondo, habitualmente hecho con piel de cabra o vaca. Es el que produce el sonido más grave, de todos los utilizados en el Área Andina.

CAJA


Parecida a la anterior, pero mucho menor en tamaño.Se utiliza como acompañamiento, especialmente en la zona norte de Argentina, Quebrada de Humahuaca, Jujuy, etc.
Se suele sujetar con una mano, mientras se golpea con un palo con la otra.

CARANGANO




También conocido como currengue en algunas zonas, además del nombre de un grupo musical, y un lugar de Venezuela, es un instrumento que consta de un tubo poliidiocorde de percusión, fabricado en Guadua, (Tacuara, Bambú), de aproximadamente dos metros de longitud, por unos 20 centímetros de diámetro, a la que se le saca una tira de 3 a 5 Cms. de ancho, dejándola sujeta al tronco por los extremos, de unos 150 cm. Bajo esta tira se colocan cuñas en los extremos, de manera que sirvan de pilares para separarla del cuerpo de la guadua. Debajo de esta tira se excavan los canutos de guadua para formar la caja de resonancia. La tira se golpea con un bolillo con bola de caucho o cera, o bien con una vejiga de res con granos, semillas o pedrezuelas dentro; se frota al mismo tiempo que se golpea con el bolillo y así resulta un cordófono de percusión y fricción a la vez. Luego está la variedad del carángano de vejiga, que es el único cordófono de fricción que hay en Colombia, mientras que el de bolillo el único de percusión. Se encuentra en varias regiones de Colombia, y el cual es percutido por baquetas de madera muy duras, produciendo un sonido rítmico muy fuerte.
En Venezuela,este instrumento, generalmente, esta formado por una tabla en cuyos extremos hay unos travesaños cuñas que sostienen tirantes una o varias cuerdas. Se toca percutiendo con dos palos y pasando una vejiga llena de aire en cuyo interior hay unos granos de maíz.
Un tipo de “carángano” más primitivo, es el que esta hecho de un tallo grueso de palmera, al que levantan la corteza de los lados, poniendo unas cuñas en los extremos, queda como una cuerda. Se sujeta encima de una batea invertida, que sirve de caja de resonancia, mientras se le pasa media totuma que contiene granos de maíz, al mismo tiempo, otro tocador percute con dos palos.
Se tiene conocimiento de la existencia de “caránganos” en las regiones venezolanas de Barlovento, Trujillo y Aragua.


PUERCA




También llamada marrana,zambumbia, parecido a la zambomba española usada en villancicos en la Navidad, es un instrumento de una membrana, que se fabrica con un calabazo o fruto seco de totumo (lagenaria vulgaris) al que se le corta un sector para formarle boca en la parte superior. Sobre esta boca se le coloca un aro de bejuco al que va atado un parche o cuero de conejo o cerdo de monte e incluso de chivo o cordero. Se le coloca una varilla como en el caso del furruco pero obviamente más pequeña. Se toca sosteniendo el instrumento en la mano, para lo cual se horada en la parte inferior el calabazo en forma de triángulo que permita la introducción de un dedo, que casi siempre es el pulgar. El mecanismo de ejecución es similar al del furruco pero en algunos casos la varilla no está impregnada con cera sino que se humedece con agua o guarapo (zumo de caña) para frotarla.
Es muy popular en el departamento de Santander en los conjuntos guabineros para la música del torbellino. En el departamento del Huila es muy conocido con el nombre de puerca y se utiliza en los grupos musicales llamados cucambas para el acompañamiento de los cantos de rajaleñas y el sanjuanero.
Estos nombres de marrano y puerca se deben al sonido del instrumento, que es muy semejante al gruñido del cerdo, marrano o puerco.


FURRUCO



Una variedad de la puerca, es el Furruco, que es de mayor tamaño y precisa de ser tocado apoyado en el suelo.
El furruco se ejecuta generalmente de pié. Sujetando con presión suave la verada, el intérprete la frota con movimientos descendentes produciendo las vibraciones que, trasmitidas por el contacto, son amplificadas por el parche de cuero.Sería algo similar a la zambomba española, instrumento típico de las fiestas navideñas, villancicos, pero en un tamaño mucho mayor.



GUACHARACA DE CALABAZO



Es muy común en el departamento del Magdalena y su estructura es similar al güiro antillano. Se fabrica con un calabazo de tamaño grande en el cual se trazan ranuras profundas en un sector sin llegar a perforarlo. Sobre estas ranuras se corre un trozo de madera seca o los alambres de la guacharaca de caña.
También se encuentran en metal, caña, y otros materiales, en toda Latinoamérica.


CAPACHOS




También llamados maraco llanero, son una variedad de maraca pero no esférica, sino oblonga. Se toca este idiófono de sacudimiento un poco verticalmente.
Es un elemento menos antiguo en los joropos que la carraca bovina que era clásica pero que al cambiar la bandola pin - pón y el bandolín por la moderna arpa, los arpegios de ésta no se oirían bien con el acompañamiento de la carraca , por lo que se sustituyeron por los capachos.
El folklorista Carlos Rojas, concluye en relación a los capachos o maracas, que es un sonajero de calabazo de pequeña dimensión y percusión interior. Se usan siempre en pares de similar configuración externa pero que se diferencian en el sonido por sacudimiento del volumen de su "carga"--como se denomina el relleno de semillas de capacho de diversos tamaños que produce--, que varía un poquito el sonido del instrumento. En el modelo más usado, llamado palo cruzao, el calabazo – o la cáscara de coco con que en algunas ocasiones se reemplaza el calabazo – es atravesado totalmente por un delgado mango cilíndrico de madera del cual se sujeta el instrumento.
El intérprete las toca de pié, sosteniendo una en cada mano y sacudiéndolas con movimientos del brazo y giros de la muñeca. Los maraqueros logran una amplia gama de efectos tímbricos y variaciones rítmicas; los más comunes son la base (alternancia de golpes secos), el floreo (trémolo de extensión variable) y el regao (sonido continuo que se produce al desplazar lentamente la carga de semillas por el interior del calabazo).
Los sonajeros de calabazo son comunes en muchas culturas del mundo. Algunos musicólogos consideran que las maracas de Centro y Suramérica derivan directamente del sonajero africano. Sin embargo, los indígenas de la región orinoquense (y también los de otras regiones de América) utilizan en función ritual y de sanación chamánica una maraca ancestral (no interpretada en pares) del tipo palo cruzao muy similar a la que usan los grupos de joropo hoy día.
Las maracas se usan para acompañar todos los cordófonos llaneros (arpa, bandola, bandolina, bandolín, bandolón y cuatro) en la interpretación de joropo (golpe y pasaje). No se usan en el toque de cifra (acompañamiento de tonos y batallas de velorio) en el que solo aparecen un instrumento melódico (bandola, bandolina o arpa) y el cuatro como instrumento acompañante.






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